Culminando un brillante 20014 Sylvia Falcon acaba de estrenar Mamallay, el segundo video de Inkario que sigue a Paras. Ello despues de haber dado conciertos en Lima, Cusco, Arequipa y Nueva York, donde acaba de mostrar, frente al Flat Iron in inquietante tocapu que es la traduccion al tejido de un poema aparentemente trascrito por Blas Valera de un kipu. Tema para una larga nota sobre el ubicuo layqa machu . Lo interesante es que Sylvia acaba de estranar Mamallay, luego de haber pasado una semana en su pakarina de Sequello. Esto que parece casual es simbolico. Este movimiento nos va a dar muchas claves tanto esteticas como epistemologicas, ya que parte de la produccion de Sylvia necesita una distancia de la fuente que solo se sustenta por la constante cercania de la cantante con Sequello y los andes. Es decir la atrevida y defloklorizante propuesta visual de Mamallay, que la cantante logra a partir de un dialogo creativo con productores urbanos, no se puede entender desde la persetiva de entranamiento – o ostranenie, my caro a la escuela rusa- sino en base a una dinamica entre hawan y ukun como parte de una unidad y dinamica creativa. Notese que ni hawa ni uku son igual que hawan y ukun -de la musica y el arte su afuera y su adentro- base de una dialectica y poetica que en este caso da bellos frutos sonoros y cognitivos. Pero este es solo uno de los caminos y regalos a los que Sylvia Facon nos tiene acostumbrados.