Si no fuera por el voto sureño por el Frente Amplio y por el gran porcentaje de la población que se opone a un posible narco estado, diríamos que los sueños de Tupaq Amaru y del Tayta Jose Maria Arguedas han caído en el abismo, y en las arenas del clientelismo popular. Pero que la lucha de los ciudadanos de buen voluntad siga siendo guiada por quienes nos han dado tanto.