
VIEJO MUNDO
Despierto
me levanto sin querer
a media noche
camino tropezando
sin aliento
en la penumbra
una trompeta lejana
mustia
solitaria
recorre los poros
de mi piel
se prolonga en un café
los demás duermen
asomo a la ventana
es la lluvia de otoño
que cae
no se donde me encuentro
la autopista corre veloz
como las sombras
de la tarde
en los patios de Barcelona
sentada en el sofá
me pregunto
a quien represento
¿Soy una inmigrante?
¿Una okupa?
– O – no soy nadie –
comodidad del viejo mundo
nuevamente una sirena
me distrae e insisto
como alguien que habla
sale de la jaula
siente miedo
conflictos de tercer mundo
en toda su
-MEMORIA-
