Hace poco, luego de una lectura comentada de Huambar en el marco del encuentro Vanguardias y Beligerancias, de la Casa de la Literatura Peruana, comenté que Huambar era la vanguardia más vigente del momento. Desde un lejano anexo sueco de Canchuhillca, el Taytacha Carlos Echegaray, preguntó a qué me refería. Si bien esta caótica Lima no es el lugar más apropiado para pensar en orden – por lo cual expreso mi admiración y respeto a todos los que en este momento son parte de la actual ebullición creativa y reflexiva en el Perú- la pregunta merece una respuesta aunque sea esquemática. Van aquí algunos apuntes.
– ¿Que es la vanguardia en general y la andina en particular?
Una serie de estudios recientes inciden sobre el indigenismo en dialogo con las vanguardias europeas. En este esfuerzo me paree que si bien las vanguardias andinas luchan contra las hegemonías internas –gamonalismo, centralismo, racismo y republica oligárquica- su relación con las epistemes europeos es de adecuación, o subordinación. Salvo quizá el caso de Churata.
En sentido estricto, las vanguardias europeas, que empiezan a finales del XIX y continúan hasta la década de los cuarenta, ya son un proyecto agotado. Prueba de ello es la conexión intrínseca del surrealismo y el dadaísmo con la propaganda y el arte utilitario.
Que el apego a la vanguardia sea una mirada regresiva está claramente visto en la obsesión de muchos de nosotros por los viejos proyectos beatniks y del rock clásico.
Dicho esto tal vez ya es momento de pensar en nuevos paradigmas para enmarcar los movimientos y desarrollos novedosos del arte en varias de sus manifestaciones. Acaso una tarea de las epistemologías del sur?
–Pero también se puede entender por vanguardia aquella obra de arte que es visionaria y se adelanta a su tiempo. En ese sentido es posible ubicar a Huambar como una obra de vanguardia, ya que se adelantó a su época en los siguientes aspectos:
- Es la primera novela bilingüe del Perú. Es decir se adelanta a varias prácticas literarias actuales en la que autores bilingües (lengua indígena/español) abren espacios creativos en poesía, novela, música (rap) etc. Con esto se abre una zona de creacion que hasta el momento sigue menospresciada y poco utilizada, cuando en realidad es de una riqueza expresiva muy grande. Pero acaso es el momento de afirmar los derechos linguisticos y creativos de los que hablan, y piensan, y crean en castellano chapu chapu, enriquecido por el habla del quechua y lenguas originarias.
- Se adelanta a los estudios bajtinianos. Concebida en la época en que Bajtin realizaba sus estudios, Huambar puede ser leído del modo carnavalesco. De hecho, luego de la guerra interna, es en Ayacucho donde se desarrolla lo que podría ser una escuela bajtiniana, cuyo mayor exponente es Víctor Flores CCorahua.
- Trasciende el indigenismo y el neo indigenismo. Alfredo Villar señala que Huambar trascendió el indigenismo antes que el indigenismo al librarse de los anclajes retóricos del primer indigenismo. Si aceptamos que es en José Maria Arguedas que el neo indigenismo se ajena un poco de la lectura del “otro”, es posible que en el momento post arguediano que los escritores andinos estemos ya escribiendo sin necesidad de traducción cultural. Nilo Tomaylla ha escrito al respecto en su artículo Arguedas y la cultura andina.
La paradoja es que si bien Huambar usa la traducción en absurdo para lograr sus efectos cómicos, no hace traducción cultural. Es decir, le interesa burlarse del cura y de sí mismo, pero no traducir culturalmente al otro.
- Trasciende la lectura del otro. Esta es otra paradoja. Dado que en Huambar no se representa el mundo indígena como en el neo indigenismo y el indigenismo, no existe el problema del otro. O en todo caso evidencia que esto es un falso problema. Porque los andinos no somos el otro y debemos resistir a que nos obliguen a leernos como tal. Lo interesante es que esto lo hace un hacendado.
- Desestructura el modernismo. Sobre todo en los poemas amorosos, en los cuales reduce al absurdo los caramelos y melodramas de la poesía modernista popular. Y al hacerlo lo hace usando técnicas que se acercan al surrealismo. Pero el surrealismo no es visto como un ídolo, no se fetichiza.
- Anuncia la actual poesía neo barroca y del lenguaje. Nuevamente en los textos poéticos, especialmente en las cartas de Huambar a sus novias. Y ello se hace mientras se reduce al absurdo la poética del barroco, que en el caso de su paisano el Lunarejo, había sido elevado a la exesiva novena maravilla.
- Dialoga con la vanguardia oficial y acaso con el indigenismo. Sabido es que Juan José Flores estaba al tanto de la actividad artística de su momento ya que tenia una casa en Lima y una hacienda en Ocobamba. Hay huellas de la tradicional vanguardia europea, pero ninguna actitud de pleitesía. Es decir, establece con ellas un dialogo horizontal y no colonial ni subordinado, mucho antes que la “colonialidad” se ponga de moda.
- Dicho esto, es posible que Huambar haya sido también una negación de lo planteado por el indigenismo, pero al hacerlo haya establecido un dialogo más certero con la tradición popular en tanto canciones, picaresca, los ciclos orales, y la mitología que acompañan al comportamiento depredador y abusivo de los curas.
- Al hacerlo se inserta en el ciclo del trickster y el zorro, motivos que son explorados también por Arguedas y escritores recientes, aparte del interés del relato oral en circunstancias actuales. Al respecto, JUlio Noriega tiene un articulo esclarecedor sobre el Zorro andino y sus tribukaciones en donde traz una linea entre el Ciclo de Huarochiri, Waman Poma, Arguedas y la narrativa popular actrual en torno al zorro.
Por último, si hay conexión o intertextualidad entre Huambar y la Nueva Coronica -dado el formato de viñetas, la hibrides del lenguaje y la traducción, los dibujos y el humor anticlerical- y con José María Arguedas en tanto presenta la otra cara de la medalla de la condición humana en los andes, hay que sostener, una vez más, que la vanguardia en los andes y el planeta se origina en los escritos de Waman Poma.
Fredycha, hay manera de confirmar de què año es la ediciòn?
1933?